lunes, 19 de noviembre de 2012

MÁS EUROPA A IBEROAMÉRICA Y MÁS IBEROAMÉRICA A EUROPA


Este viernes se inauguró en el Teatro Falla de Cádiz la XXII Cumbre Iberoamericana. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, subrayó en su discurso la importancia de trabajar juntos en busca del progreso y del crecimiento económico y afirmó que “más que una tradición que continuar, tenemos un futuro que realizar”.

Rajoy certificó que España es “la plataforma más cercana” que los países americanos tienen como acceso a la “mayor área de prosperidad del mundo” que es Europa, a pesar de la crisis económica actual. El presidente añadió que “Si en el pasado América Latina fue una oportunidad para Europa, hoy Europa es una oportunidad para América Latina”.

El Rey Juan Carlos también estuvo presente, pese a sus problemas de salud, y tomó la palabra para instar a una mayor cooperación y conexión entre los países iberoamericanos para “hacerse oír en el mundo de una sola voz”.

La cita, que España acoge por primera vez desde 2005, aspira a dar un nuevo impulso a este foro, creado por iniciativa de España y México en 1991, y que ha ido perdiendo interés entre sus miembros, como refleja el alto nivel de ausencias registrado en algunas de sus últimas ediciones. En la cumbre el número de ausentes se elevó a siete. Faltarán a la cita Daniel Ortega, presidente de Nicaragua,  los presidentes de Cuba, Raúl Castro -que nunca ha acudido a estas reuniones-; Venezuela, Hugo Chávez; Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y Uruguay, José Mujica; Guatemala, Otto Pérez-Molina, por el reciente terremoto que ha afectado a su país, y Paraguay, Federico Franco.

Uno de los temas centrales en las conversaciones entre los líderes fue el análisis de la situación económica mundial, con una particular atención a las crisis de deudas soberanas en la 'eurozona', y las maneras de afrontar esta situación de manera conjunta. Efectivamente, España es el segundo inversor en América Latina, por consiguiente sus exportaciones también se ven afectadas por la crisis en la 'eurozona'.

También se espera que en la Cumbre de Cádiz se apruebe algunas iniciativas nuevas de cooperación, como el lanzamiento de un sistema de investigación y cooperación policial en seguridad ciudadana, que permitirá el intercambio de información entre los países, como el cruce de datos sobre delincuentes en búsqueda y captura.

España aspira además a facilitar el intercambio de profesionales cualificados entre los países iberoamericanos, lo que debería cristalizar en un futuro en la agilización de visados, entre otras facilidades. El presidente ecuatoriano se unió a los deseos de intercambio que tiene España, declarando que Ecuador estaba dispuesto a acoger españoles y a proponerles trabajo.

En fin, se pretende adoptar una Carta iberoamericana de las pymes, un primer paso para facilitar la instalación de pymes en otros países de la Comunidad Iberoamericana.

La ciudad de Cádiz es el símbolo del lazo histórico que une España al viejo continente, ya que era la puerta hacia este Nuevo Mundo lleno de oportunidades. En el siglo XV, los barcos se hacían mar adentro con la esperanza de encontrar el oro necesario para salir de la crisis. Hoy la historia se repite y España vuelve a buscar en sus viejas colonias unas soluciones a la crisis actual. La Cumbre ha demostrado la necesidad de unión entre las dos orillas del océano Atlántico.

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