¿Más armas, menos víctimas?
Este 14
de diciembre, una tragedia ocurrió en la escuela de Sandy Hook, en Newtown,
EE.UU. Adam Lanza, un joven entró en
una escuela y causó la muerte de 27
personas, 20 de ellas eran niños de 6 y 7 años. Desafortunadamente, la
historia se repite otra vez. Después de Columbine, Aurora y otras muchas matanzas,
los estadounidenses reclaman cambios y actuaciones en cuanto a las leyes sobre la
tenencia de armas. Pero no están todos de acuerdo en cuanto al tipo de
actuación necesaria.
Por un lado, se alzan voces que reclaman la libre circulación de armas.
En efecto, está prohibido llevar armas en escuelas y sus alrededores. Según
Larry Pratt, director de la asociación pro-armas Gun Owners of America, que cuenta con 300 000 miembros, “las leyes federales y nacionales permitieron que
ninguno de los adultos tengan un arma en la escuela de Newtown, dónde murieron
niños. Esta tragedia subraya la necesidad de deshacerse de las interdicciones en las zonas escolares”.
Los legisladores del Estado de Michigan presentaron un proyecto de leyes para
autorizar la tenencia de armas dentro de las escuelas y otros lugares públicos
como hospédales, bares, iglesias, estadios. En cambio, los propietarios de
armas tendrán que hacer ocho horas suplementarias de entrenamiento.
Hasta ahora, las escuelas están protegidas
por una ley sobre las zonas escolares sin armas, ley
añadida al código de comercio en 1990.
La Corte Suprema americana la
consideró inconstitucional, estimando
que no tenía nada que ver con el comercio, pero la ley fue reintroducida por Bill Clinton, prohibiendo las armas de
fuego dentro de un perímetro de unos 300
metros alrededor de las escuelas.
Esta ley introduce así una excepción a la
famosa segunda enmienda, lo cual
garantiza que “Una milicia bien
organizada siendo necesaria a la seguridad de un Estado libre, el derecho que
tiene el pueblo de tener y llevar armas no será transgredido”. La Corte Suprema
americana también “protege el derecho de los individuos a poseer armas, sin
conexiones con una milicia, y a utilizar esta arma con motivos lícitos, como la
legítima defensa en su casa”.
Sus punto de vista es que “si alguien, un
profesor o un padre de alumno, hubiera podido legalmente llevar un arma,
hubiera podido limitar, en parte, esta tragedia”, como explicó Rob Harris, del Michigan
Open Carry Inc.
Por otro lado, la Michigan Education Association
no está de acuerdo y su presidente declaró: “la idea de que los profesores
tendrían que llevar armas y tirar en caso de amenaza es un buen método para
hacer aún más víctimas, no más seguridad”. Además, una investigación de la
revista Mother Jones demuestra que durante los 61 tiroteos que ocurrieron en
esos trente años, ningún civil ha conseguido detener el tirador y evitar un
masacre con su arma.
En su conmovedor discurso durante la vigilia
en honor de las víctimas, el presidente Obama
declaró: “No podemos tolerar algo como esto nunca más. Estas tragedias deben
terminar, y para ponerles fin es necesario que cambiemos. Como nación, nos hemos dejado en
el camino varias cuestiones sin responder y hemos fallado en nuestro principal
deber, que es el de educar a nuestros hijos”. Pero el mandatario decidió otra
vez no llamar claramente a un endurecimiento de las leyes sobre la tenencia de
armas. En ningún momento Obama abordó el problema del control de las armas.
Non obstante, dijo: “La legislación no evitará la maldad en nuestro país, pero
si podemos dar pasos para evitar que se repitan tragedias como la de
Columbine o como la de Aurora, debemos intentarlo”, lo que deja pensar que
actuará y que puede prever un cambio en las leyes.
Estados Unidos es el país en estado de paz con
más armas por persona en el mundo. Todos recordamos el reportaje de Michael
Moore, Bowling for Columbine, que
denunciaba lo fácil que era procurarse un arma en EE.UU. Incluso mostraba cómo
le ofrecieron un arma, sólo por abrir una cuenta en un banco. Por mi parte,
creo que las armas provocan más inseguridad, y que la inseguridad provoca más
armas. Es un círculo vicioso que hay que romper. ¿Qué opináis? ¿Pensáis que
sería bueno llevar armas en las escuelas? Cuál es el verdadero problema, ¿que
ningún profesor haya tenido un arma para defenderse, o que un joven confuso de
20 años haya podido procurarse un arma?
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