lunes, 17 de diciembre de 2012

¿Más armas, menos víctimas?


¿Más armas, menos víctimas?

Este 14 de diciembre, una tragedia ocurrió en la escuela de Sandy Hook, en Newtown, EE.UU. Adam Lanza, un joven entró en una escuela y causó la muerte de 27 personas, 20 de ellas eran niños de 6 y 7 años. Desafortunadamente, la historia se repite otra vez. Después de Columbine, Aurora y otras muchas matanzas, los estadounidenses reclaman cambios y actuaciones en cuanto a las leyes sobre la tenencia de armas. Pero no están todos de acuerdo en cuanto al tipo de actuación necesaria.

Por un lado, se alzan voces que reclaman la libre circulación de armas. En efecto, está prohibido llevar armas en escuelas y sus alrededores. Según Larry Pratt, director de la asociación pro-armas Gun Owners of America, que cuenta con 300 000 miembros, “las leyes federales y nacionales permitieron que ninguno de los adultos tengan un arma en la escuela de Newtown, dónde murieron niños. Esta tragedia subraya la necesidad de deshacerse de las interdicciones en las zonas escolares”. Los legisladores del Estado de Michigan presentaron un proyecto de leyes para autorizar la tenencia de armas dentro de las escuelas y otros lugares públicos como hospédales, bares, iglesias, estadios. En cambio, los propietarios de armas tendrán que hacer ocho horas suplementarias de entrenamiento.

Hasta ahora, las escuelas están protegidas por una ley  sobre las zonas escolares sin armas, ley añadida al código de comercio en 1990. La Corte Suprema americana la consideró inconstitucional, estimando que no tenía nada que ver con el comercio, pero la ley fue reintroducida por Bill Clinton, prohibiendo las armas de fuego dentro de un perímetro de unos 300 metros alrededor de las escuelas.

Esta ley introduce así una excepción a la famosa segunda enmienda, lo cual garantiza que  “Una milicia bien organizada siendo necesaria a la seguridad de un Estado libre, el derecho que tiene el pueblo de tener y llevar armas no será transgredido”. La Corte Suprema americana también “protege el derecho de los individuos a poseer armas, sin conexiones con una milicia, y a utilizar esta arma con motivos lícitos, como la legítima defensa en su casa”.
Sus punto de vista es que “si alguien, un profesor o un padre de alumno, hubiera podido legalmente llevar un arma, hubiera podido limitar, en parte, esta tragedia”, como explicó Rob Harris, del Michigan Open Carry Inc.

Por otro lado, la Michigan Education Association no está de acuerdo y su presidente declaró: “la idea de que los profesores tendrían que llevar armas y tirar en caso de amenaza es un buen método para hacer aún más víctimas, no más seguridad”. Además, una investigación de la revista Mother Jones demuestra que durante los 61 tiroteos que ocurrieron en esos trente años, ningún civil ha conseguido detener el tirador y evitar un masacre con su arma.

En su conmovedor discurso durante la vigilia en honor de las víctimas, el presidente Obama declaró: “No podemos tolerar algo como esto nunca más. Estas tragedias deben terminar, y para ponerles fin es necesario que cambiemos. Como nación, nos hemos dejado en el camino varias cuestiones sin responder y hemos fallado en nuestro principal deber, que es el de educar a nuestros hijos”. Pero el mandatario decidió otra vez no llamar claramente a un endurecimiento de las leyes sobre la tenencia de armas. En ningún momento Obama abordó el problema del control de las armas. Non obstante, dijo: “La legislación no evitará la maldad en nuestro país, pero si podemos dar pasos para evitar que se repitan tragedias como la de Columbine o como la de Aurora, debemos intentarlo”, lo que deja pensar que actuará y que puede prever un cambio en las leyes.

Estados Unidos es el país en estado de paz con más armas por persona en el mundo. Todos recordamos el reportaje de Michael Moore, Bowling for Columbine, que denunciaba lo fácil que era procurarse un arma en EE.UU. Incluso mostraba cómo le ofrecieron un arma, sólo por abrir una cuenta en un banco. Por mi parte, creo que las armas provocan más inseguridad, y que la inseguridad provoca más armas. Es un círculo vicioso que hay que romper. ¿Qué opináis? ¿Pensáis que sería bueno llevar armas en las escuelas? Cuál es el verdadero problema, ¿que ningún profesor haya tenido un arma para defenderse, o que un joven confuso de 20 años haya podido procurarse un arma?

No hay comentarios:

Publicar un comentario